Cada vez estoy m谩s convencido que ser un 鈥渢rabajador obsesivo鈥 es la adicci贸n m谩s com煤n entre las personas que est谩n en el ministerio cristiano. Evidentemente esta condici贸n se presenta entre todas las personas sin importar su ocupaci贸n o religiosidad. De hecho en ingl茅s el t茅rmino 鈥渨orkaholic鈥 ya forma parte del vocabulario com煤n ya que representa una realidad cada vez m谩s presente en nuestras sociedades. Pero es f谩cil convertirse en un trabajador obsesivo y disfrazar esta situaci贸n con piedad y buenas intenciones. De la misma manera es muy atractivo sumergirse en el trabajo y echarle la culpa a Dios o a la obra de Dios como excusa por esta situaci贸n.

El trabajo es bueno y el poder trabajar es una de las grandes bendiciones de la vida. Muchos tenemos el enorme privilegio de hacer lo que nos gusta y adem谩s recibir un salario por ello. De hecho, la palabra 鈥渧ocaci贸n鈥 se refiere a un llamado o misi贸n en la vida. De esta manera, cuando uno puede unir su labor con su vocaci贸n se da un importante sentimiento de valor y significado que es dif铆cil encontrar en otras 谩reas de la vida.

Tambi茅n es importante reconocer que hay much铆simas personas que por diferentes circunstancias no gozan del privilegio de unir su vocaci贸n con su trabajo. Muchos tienen que trabajar en lo que pueden no necesariamente en lo que les gustar铆a hacer. Tambi茅n hay muchos que por necesidad trabajan m谩s horas de lo que quisieran o tienen que tener varios trabajos para poder subsistir. En estos casos, hablar de adicci贸n al trabajo ser铆a absurdo e incluso hasta ofensivo.

Sin embargo, para muchos otros el trabajo es un refugio muy atractivo. Estas personas viven para trabajar y su valor se centra principalmente en su ocupaci贸n. Los adictos al trabajo no tienen tiempo para pasatiempos, descanso y los dem谩s. Es f谩cil auto justificarse con estar ocupado en el trabajo y de esta manera hacer a un lado a nuestros seres queridos. Incluso hay algunos que se enfocan totalmente en su labor para evitar enfrentar lidiar con otros problemas o personas.

Yo vivo rodeado de trabajadores obsesivos. De hecho, tristemente he visto que la mayor铆a de profesores, pastores y otras que est谩n en el ministerio tienden a ser adictos al trabajo. Ir贸nicamente muchos est谩n tan ocupados en la 鈥渙bra de Dios鈥 que no tienen tiempo para 鈥渆l Dios de la obra鈥 y para sus semejantes. Por tratar de vivir sirviendo a Dios se alejan de la vida abundante que Dios ofrece a trav茅s de Jes煤s. Recientemente me encontr茅 una frase del brit谩nico Reginald Somerset Ward (1881-1962) que me hizo pensar sobre lo tr谩gico de la adicci贸n al trabajo y me motiv贸 a escribir este art铆culo:

Quisiera advertirles sobre el pecado del trabajo excesivo. Muchos de ustedes parecen pensar que es correcto abusar de la fuerza que Dios les da. El resultado de este abuso es que un d铆a colapsan y hacen un gran da帽o a la obra de Dios, desperdiciando los talentos que el Se帽or les ha confiado. El exceso de trabajo entre las almas conscientes es un pecado mucho m谩s real y frecuente que la pereza y deber铆amos estar m谩s preparados de lo que los estamos para sospechar y protegernos de esta situaci贸n. Ustedes necesitan ocho horas de sue帽o y un d铆a a la semana para poder servir a Dios de la mejor manera. 驴Est谩n descansando lo suficiente? Si no lo est谩n haciendo, deber铆an seriamente examinar su conciencia sobre este asunto. (Morgan, Edmund R. Reginald Somerset Ward: His Life and Letters. London: A. R. Mowbray & Co., Ltd, 1963, p. 81-82.)

La adicci贸n al trabajo es una pr谩ctica tan sutil y tan aceptada que pareciera una virtud y no un pecado. Si usted no est谩 durmiendo lo suficiente, si se siente culpable cuando est谩 descansando, si nunca est谩 satisfecho con lo que ha logrado, si tiende a desesperarse o estar irritable cuando est谩 con sus seres queridos, entonces, es muy posible que ya est茅 atrapado por esta terrible adicci贸n. Si es as铆, lo animo a que reflexione profundamente sobre esto y haga los ajustes necesarios para sobreponerse a esta situaci贸n. Verdaderamente el trabajo es un buen siervo pero un terrible amo.

NOTE: Octavio Esqueda is among the featured columnists at Baptist Press en Espa帽ol, and this article was also published in Baptist Press.